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Luxación de Hombro

Es una lesión frecuente que se produce en los adultos jóvenes de forma espontánea o por accidentes de tráfico o deportivos, y en los adultos de edad avanzada, como consecuencia de la degeneración de los tejidos blandos periarticulares.

Tipología y sintomatología

Existen tres tipos de luxaciones escapulohumerales:

Luxación anterior: suele producirse por un mecanismo indirecto, caídas apoyando la mano con el brazo extendido, abducción y rotación externa. Con menor frecuencia, puede originarse por un mecanismo directo que resulta de un golpe sobre el hombro.

Luxación posterior: puede pasar inadvertida inicialmente por ser menos evidente. Se produce por una caída con el brazo hacia delante, aducción, flexión y rotación interna o bien por un traumatismo sobre la cara anterior del hombro.

Los síntomas asociados a este tipo de patología son alteración de la morfología del hombro adquiriendo una deformidad denominada en charretera. El paciente no puede realizar la abducción ni la rotación externa del hombro, sin obviar el intenso dolor y la impotencia funcional.

Para el diagnóstico de esta lesión es fundamental una buena exploración física, pudiendo recurrir a técnicas de imagen, como la radiografía simple del hombro, con el propósito de confirmar la luxación y descartar lesiones asociadas como fracturas.

Tratamientos

El tratamiento precoz de la luxacion escapulohumeral elevará las probabilidades de lograr una efectiva reducción, ya que una vez transcurrido el tiempo conseguir una reducción exitosa es más complicado. Posteriormente, será necesaria la inmovilización de la articulación con cabestrillo entre 2 o 3 semanas.

Así mismo, existe un tratamiento posterior a la inmovilización, donde la rehabilitación desempeña un papel primordial acelerando la recuperación funcional. Desde el punto de vista del deporte corresponde a la fisioterapia deportiva y en el resto de los casos a la fisioterapia general.

En definitiva, se trata de la luxación más recurrente en jóvenes deportistas. La detección precoz y la posterior administración de fisioterapia deportiva favorecerá la ausencia de complicaciones y posibles recaídas.

Hablemos de la LUMBALGIA

Cuando un paciente nos visita por una lumbalgia, normalmente recita un monólogo plagado de preguntas que se va autorrespondiendo en voz alta sin darnos lugar a que podamos resolver sus dudas. Alguna de estas preguntas tan frecuentes son:

-¿Qué es una lumbalgia?

-¿Como me agarré una lumbalgia?

-¿Me voy a curar?

Intentaré resolver de una forma sencilla estas preguntas  debido a la desesperación, el dolor y la falta de información que pueden tener.

En primer lugar conviene aclarar que lumbalgia no es un diagnóstico y por tanto no es una enfermedad ni una patología. La palabra lumbalgia es un síntoma que indica “dolor lumbar” o dolor de espalda baja. Igual que el que tiene un dolor de cabeza por suerte no suele deberse a un tumor cerebral.

De forma que en primer lugar lo primero que hay que hacer es un diagnóstico más preciso, es decir, averiguar cual es la posible o posibles causas de ese dolor tan molesto e incapacitante que es una lumbalgia.

Normalmente, la lumbalgia es de origen muscular. Es decir, la musculatura de la zona lumbar se sobrecarga y se contractura generando dolor, rigidez e incapacidad funcional. De hecho, independientemente de la causa (hernia, problemas de alineación vertebral, disfunción articular…) siempre cursa con contractura de la musculatura. Aliviando la contractura los síntomas mejoran. Pero es muy importante averiguar y tratar el origen para evitar que estos episodios de dolor, contractura e incapacidad no se repitan.

Lumbalgia de origen mecánico. Son la mayoría los casos. Se produce por microtraumatismos de repetición. Durante muchos días, muchas veces al día y de forma inevitable; realizamos esfuerzos de forma inadecuada, tenemos malas posturas, caminamos mal… Y todo eso se va acumulando hasta que un día, normalmente de la forma más absurda (al agacharse para calzarse, al darse la vuelta en la cama…), tenemos una lumbalgia. Estos microtratumatismos de repetición, muchas veces son inevitables (una mama no puede evitar coger a su bebé, no podemos evitar trabajar durante 8 horas…). Sin embargo, igual que hacemos ejercicio para estar en forma y mantener la línea, nos duchamos para estar aseados, nos peinamos o nos ponemos crema en la cara, deberíamos dedicar un tiempo a cuidar nuestra espalda. Una corta rutina de estiramientos y unos buenos hábitos posturales reducen la frecuencia y la intensidad de estos episodios.

Normalmente estas contracturas se asocian con bloqueos articulares o una mala alineación vertebral que puede ser a la vez causa y consecuencia de la lesión muscular. Por lo que también hay que corregir estos aspectos.

El tratamiento conservador y tradicional para estos episodios (antiinflamatorio, relajante muscular y reposo) se ha mostrado ineficaz.

Se debe hacer reposo relativo; es decir, no quedarse en la cama bajo ningún concepto. De hecho se ha demostrado que el reposo absoluto prolonga la duración y la intensidad de la lumbalgia. Dar paseos cortos, y evitar estar mucho rato en la misma postura, así como ejercicios de estiramiento muy suaves es lo más adecuado.

Nosotros podemos ayudarte con el alilvio de la contractura muscular, detectar si hay alteraciones articulares asociadas y también tratarlas. Además te daremos unas pautas posturales que harán que mejores más rápidamente así como unos ejercicios muy sencillos, adaptados a tu capacidad (edad, hábito deportivo, etc…)

El tratamiento con vendaje neuromuscular también es muy eficaz como complemento de la terapia manual y el ejercicio, que deben ser los pilares fundamentales. Alivia el dolor, mejora la postura y reduce la contractura. Es decir, prolonga y potencia los efectos del tratamiento manual.

El calor, también es un gran aliado para este tipo de procesos. Ya sea con la manta eléctrica, baños en agua caliente, cremas de calor o parches de calor. En Fisio at Home recomendamos los parches y la crema porque el efecto del calor es más duradero que cualquiera de los otros, que sólo producen calor durante el tiempo de aplicación.

 

Fisioterapia y Kinesiología