Una de las peores sensaciones que experimenta un corredor durante la carrera es el estado de fatiga. Nos referimos a esa sensación de agotamiento extremo, cuando las fuerzas nos abandonan, obligándonos incluso a abandonar.
¿Sufres a menudo de fatiga muscular? ¿Es ella la culpable de que no llegues a cumplir tus objetivos? No te preocupes, en este artículo te contamos en qué consiste, qué puede causarla y consejos para evitar que aparezca.
SÍNTOMAS
Sensación incómoda en el músculo, incluso dolor y calambre.
Temblores en el músculo en contracción.
Los movimientos son en sacudidas y no suaves como al comenzar el ejercicio.
Incapacidad de completar el patrón de movimiento en toda la amplitud disponible en los ejercicios dinámicos con empleo de la misma resistencia.
Aparición de movimientos sustitutos para poder completar el movimiento.
Incapacidad de continuar realizando actividad física aunque sea de baja intensidad.
Reducción de la fuerza máxima en las pruebas isocinéticas.
10 Consejos para Evitar que Aparezca la Fatiga Muscular
Ya sabemos cuáles son algunos de los síntomas y causas por las que la fatiga muscular Aparece. Ahora os vamos a dar una serie de consejos útiles para tratar de evitar que esta dolencia arruine nuestros entrenamientos.
#1. Establece Objetivos y Planifica tus Entrenamientos
Correr por correr no es la mejor opción. Si quieres evolucionar como corredor y que tus entrenamientos sean más eficientes, debes marcarte metas que lograr. Entrenar sin objetivos es una de las causas principales del estancamiento y de la aparición de lesiones.
Un plan de entrenamiento para correr es lo que necesitas. Para ello deberás planificar todas las actividades que vas a llevar a cabo durante un período de tiempo y conseguir un objetivo concreto, el que tú mismo te marques.
#2. Reduce la Intensidad y Evita el Sobre-entrenamiento
Dentro de tu planificación debes dejar días de descanso para que tu cuerpo repose. A no ser que seas un deportista de élite, no puedes entrenar toda la semana ni varias veces al día (y ni aun así). Sino caerás en el sobre entrenamiento y, probablemente, la fatiga será la antesala de la lesión.
Tampoco es recomendable que subas bruscamente la intensidad de un entrenamiento para otro. Las cargas de trabajo que realices deben ir aumentando progresivamente. Por lo tanto, no fuerces tu cuerpo a realizar un trabajo demasiado intenso y ten paciencia, poco a poco mejorarás.
#3. Dedica Más Tiempo a Calentar y a Estirar
Siempre te decimos que calentar antes de entrenar y estirar al terminar es esencial para prevenir lesiones y mejorar tu rendimiento. Y aun así hay muchos corredores que se saltan estas partes tan importantes del entrenamiento.
Un truco para retrasar más la aparición de la fatiga es dedicar más tiempo del habitual a estas dos prácticas. Cuando calentamos más preparamos mejor a nuestro cuerpo para el esfuerzo que va a realizar. Y al estirar más tiempo favorecemos la recuperación de nuestros músculos.
#4. Mejora tu Técnica de Carrera y Aumenta tu Cadencia
Una buena técnica de carrera es esencial para reducir al máximo la aparición de la fatiga muscular. Es importante tener en cuenta aspectos como la respiración, la postura, la fuerza o el tipo de pisada.
Si quieres ser más eficiente como corredor, intenta aumentar tu cadencia. Es decir, trata de reducir la amplitud de tu zancada para conseguir aumentar tu frecuencia de pasos por minuto. En este artículo te contamos cómo hacerlo.
#5. Hazte Masajes Antes y Después de los Entrenamientos
Dedica tiempo a cuidar tus músculos. Si eres propenso a sufrir molestias o fatiga muscular, hazte a ti mismo masajes antes y después de los entrenamientos. También es aconsejable que acudas con regularidad a un fisioterapeuta deportivo para una mayor prevención de lesiones.
La aplicación de hielo en zonas inflamadas tras los entrenamientos también ayudará a la recuperación y reparación de los músculos afectados. Si tienes molestias concretas o todavía te estás recuperando de una lesión, no olvides guardar reposo deportivo.
#6. Descansa Más y Duerme Más
El descanso es esencial. Intercala tus días de entrenamiento con días de reposo. En cuanto al sueño, nunca duermas menos de 6 horas al día. Lo ideal es dormir al menos 8 horas para descansar de forma adecuada.
Recuerda que los músculos, entre otras cosas, necesitan recuperar sus niveles de ácido láctico. Por lo que, debes dejar que tu cuerpo y tu energía se recupere después de los entrenamientos.
#7. Alterna tus Entrenamientos con Otras Prácticas
No hay nada peor para nuestro cuerpo y nuestra mente que la monotonía y el estancamiento, sobre todo si eres principiante. Lo más recomendable es alternar el running con el entrenamiento cruzado y el entrenamiento de fuerza.
Nuestro consejo es que alternes días de entrenamiento otras prácticas. Prueba con ejercicios de alto impacto como el fortalecimiento de diferentes grupos musculares con pesas y días con ejercicios de bajo impacto, como el Yoga o el Pilates.
#8. Mejora tu Alimentación y Adapta tu Dieta
Como te hemos comentado, una de las causas que puede provocar la aparición de la fatiga muscular puede ser la alimentación. Por ejemplo, no puedes combinar una dieta de adelgazamiento con duros entrenamientos, porque seguramente te van a faltar energías.
Lleva una dieta equilibrada donde haya una mayor cantidad de hidratos de carbono como pasta, arroz o cereales. Este tipo de alimentos te darán el combustible que tu cuerpo necesita para correr de forma eficiente.
#9. Hidrátate Bien Antes, Durante y Después
Los expertos recomiendan beber al menos 2 litros de agua al día. Si vas a correr deberás hidratarte correctamente, tanto antes como después de la carrera. Y si se trata de carreras largas e intensas, también deberás beber agua durante el mismo entrenamiento.
La cantidad de agua dependerá de la intensidad del ejercicio que realices, así como del clima. Pero bebe agua siempre, sin esperar a tener sed. El agua no solo retrasa la aparición de la fatiga, sino también lubrica mejor las articulaciones y mejora la resistencia de músculos y ligamentos.
#10. Toma Suplementos Vitamínicos
Si notas que te faltan fuerzas muy habitualmente es posible que puedas tener alguna carencia vitamínica o algún problema de salud. Acude a tu médico y hazte un análisis de sangre para descartar esta posibilidad.
En cualquier farmacia encontrarás también suplementos vitamínicos para mejorar, por ejemplo, tus niveles de Vitamina B y Vitamina C. Eso sí, infórmate bien antes de adquirir este tipo de productos y asegúrate de que provengan de laboratorios de confianza.
- Hay un punto al que no hemos hecho referencia ¿Qué pasa con nuestro estado de ánimo? ¿La mente no juega ningún papel importante? Por supuesto que sí. Habrá días que saldrás a correr con muchas ganas y otros que sentirás que no vale la pena nada, ni siquiera correr.
Tu estado de ánimo y tu motivación son claves para evitar la fatiga. La adrenalina es nuestra aliada para correr más y mejor. Mientras que, si estás triste, decaído y sin ganas de nada te cansarás antes. Ese agotamiento mental y derrotista solo conseguirá acelerar la aparición de la fatiga.